Somos un colegio católico masculino de la red SEDUC, fundado en 1970 bajo la inspiración de san Josemaría Escrivá de Balaguer.
Desde sus inicios, el colegio ha tenido como principio fundamental el que los padres son los primeros e irremplazables educadores de sus hijos, siendo nuestro colegio colaborador de las familias en esta tarea. Para ello, el colegio aspira a impulsar una educación de calidad, basada en una sólida formación académica, humana y cristiana. En el Tabancura se despliega una cuidada gestión educativa y se promueve una cultura centrada en las personas.
Tras meses de esfuerzo y trabajo, las familias promotoras y el primer equipo directivo del colegio dieron finalmente con un terreno ideal para desarrollar el proyecto educativo: la chacra “La Esperanza”, que se encontraba en pleno campo al lado del río Mapocho y a los pies del cerro Alvarado, cuyo acceso estaba ubicado en la calle Tabancura, la que daría origen al nombre del colegio.
El Colegio Tabancura abrió su enorme portón de campo a 278 alumnos a fines de marzo de 1970. Es fácil imaginar a esos niños comenzando a poblar el solitario terreno sin límites ni rejas. Se subían a los árboles, hacían guerras de piedras, jugaban fútbol y hasta se bañaban en el río. Por eso, para marcar el fin del recreo, se tocaba dos veces la campana: la primera para salir del río, secarse y cambiarse; la segunda, para volver a la sala de clases.
Desde el comienzo, el director del Colegio Tabancura, Juan Cox, pidió a sus profesores un alto nivel de exigencia, unido a un gran ambiente de libertad y creatividad: “Queremos que el Tabancura sea escuela de libertad, aire puro y agua clara: ocasión para el desarrollo de todas las potencialidades de sus profesores y alumnos, que sea un lugar que rebose de alegría, confianza y optimismo”, señaló.
En los años 80’, el Tabancura consolida el proyecto educativo iniciado en 1970 y se realizan ajustes en el ámbito académico, social y de infraestructura, de la mano de Diego Ibañez, el segundo director que lideró el colegio hasta 1997. Un año después, el ingeniero civil Santiago Baraona asumió la dirección del establecimiento, ejerciendo el cargo hasta 2007; posteriormente serían nombrados como directores Jorge Álvarez (2008 – 2012) y Jorge Montes (2013 – 2015).
En 2016 comenzó el segundo período de Santiago Baraona, a quien le correspondió conmemorar los 50 años de vida del colegio, en 2020.
El Tabancura celebró sus “Bodas de Oro” con muestras claras de solidez institucional. Así lo reflejan los cinco sellos que han marcado a cada uno de los más de 3.500 alumnos que han pasado por el colegio: Trabajo bien hecho, coherencia cristiana, espíritu de servicio y buena convivencia, espíritu deportivo y, finalmente, cultura y expresión artística.
Tres barcos navegando,
rumbo al puerto final,
cargados de ideales,
seguros en su andar.
En nuestro Tabancura
se nos ayuda a viajar,
llevando a Dios por el viento,
por timón nuestra mente y voluntad.
El horizonte nos llama,
vale la pena viajar,
avanzando cada día
con optimismo y veracidad.
En nuestro Tabancura
se nos ayuda a viajar,
llevando a Dios por el viento,
por timón nuestra mente y voluntad.
El Colegio Tabancura es uno de los siete establecimientos sostenidos por la Sociedad Educacional, SEDUC. Esta institución tiene como fin entregar apoyo formativo, académico y administrativo a los establecimientos educacionales que están bajo su alero, además de velar por la educación personalizada e integral, que es el sello característico de esta red de colegios.
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