Todo comenzó en el Colegio y hoy es una selección que compite con egresados y uno que otro alumno. Vicente Irarrázaval, uno de los fundadores de Tabancura Rugby, quienes hace poco estrenaron nuevo logotipo y siguen sumando experiencia y auspicios, nos cuenta la historia desde los inicios. "Se han juntado generaciones con más de 17 años de diferencia en edad, que no sólo son compañeros de club sino también amigos", enfatizó. ¡Se vienen grandes desafíos para este tremendo equipo de deportistas tabancureños!
¿Cómo partió este club de rugby?
Tener un club de exalumnos del Tabancura siempre fue una aspiración de la rama de rugby. El rugby es un deporte que genera grandes lazos y amistades, y siempre existió la idea de seguir jugando juntos después de terminada la etapa escolar. Sumado a esto, después de años de desarrollo de la rama de rugby en el colegio, existe un grupo muy bueno de jugadores, capaces de competir en el más alto nivel. Actualmente, hay ex alumnos que integran la selección nacional de rugby e incluso jugando profesionalmente fuera de Chile.
Por tanto, el paso natural y obvio era formar un club que integrara generacionalmente a los exalumnos del Tabancura. En concreto, el año 2019, varios exalumnos nos encontrábamos jugando por otros clubes. Ahí, en conjunto con Pablo Vial, Santiago Muzzo e Ignacio Alvarez, surgió la idea de formar el club de exalumnos.
Posteriormente, y para consolidar esta idea, se organizó un partido de rugby entre los exalumnos y la selección del colegio (categoría superior). Fue una grata sorpresa, para aquellos que llevábamos varios años fuera del colegio, percatarnos del crecimiento de la rama de rugby y la gran cantidad de jugadores que vendrían como base para el club. Con esto en mente, y motivados por el potencial, formamos el club de exalumnos.
Desde el inicio, el club de exalumnos tuvo una excelente recepción en los alumnos y exalumnos del Tabancura. Se logró juntar una buena base de jugadores, complementando exalumnos de antiguas generaciones y recién egresados, logrando generar un grupo energético con experiencia organizacional y capacidad para manejar un proyecto de esta envergadura. Asimismo, en cuanto a las operaciones del club, el inicio fue complejo, debida a la pandemia en nuestro primer año. Sin embargo, y más allá de la cuarentena, los jugadores siguieron entrenando físicamente (dos reuniones a la semana por zoom), con más de 40 jugadores.
¿Qué los motivó a seguir los entrenamientos después de egresados del Tabancura?
Cada persona tiene diversas motivaciones en este deporte, pero todos concordamos en el ambiente y unidad que genera. Más allá del rigor físico que requiere, dado los constantes entrenamientos, perseverancia, juego en equipo y dedicación en general, genera lazos muy persistentes en el tiempo.
El impacto del club ha sido notable, viendo cómo se han juntado generaciones con más de 17 años de diferencia en edad, que no sólo son compañeros de club sino también amigos. El club ha afianzado la conexión de todos nosotros con el colegio, al entrenar semanalmente ahí. Para esto, el aporte de la directiva y en especial el apoyo de Santiago Baraona ha sido clave.
¿Qué recuerdos tienen de su paso por el Colegio?
Muy buenos recuerdos guardo del Colegio. Cuantas horas entrenando, los buenos ratos con los amigos, las semanas del colegio que terminaban con el rambo y las guerras de bombitas, etc. Creo que el colegio tiene una cultura muy especial, de trabajar duro y aspirar alto. Formativamente es muy completo y eso lo he agradecido mucho en mi día a día, antes como universitario, y ahora como profesional. Ahí conocí grandes personas, tanto compañeros como profesores.
¿Cómo te inspiraron los profesores del Colegio, especialmente Carlos Olcay?
Como comentaba previamente, gran parte de la cultura del colegio se genera por los profesores y su interacción con los alumnos en el día a día. Creo que siempre lograron empujarnos a buscar ir más allá, no quedarse en lo mínimo, apuntar alto y valorar el trabajo bien hecho.
Carlitos Olcay es un crack, a mí en lo personal me acompañó durante todos los años, como jefe de la rama de rugby del Colegio. Carlos siempre enseñó con su ejemplo, buena disposición y actitud, traspasando día a día a los alumnos los valores del rugby y del deporte. La verdad sólo tengo palabras de agradecimiento. Es impresionante el proyecto que han construido con Tomás Pino. Me acuerdo cuando partimos en 2005, entrenando por primera vez en una cancha de cemento con 10 personas. Ver el actual equipo del Colegio teniendo equipos competitivos en todas las divisiones y disputando campeonatos relevantes, es realmente inspirador y un ejemplo de cómo el trabajo constante y bien realizado paga sus frutos.
¿Qué desafíos se vienen?
¡Como todo nuevo club tenemos muchos desafíos! En términos deportivos, en el corto plazo, aspiramos a ascender a la división de Primera A del campeonato de la Asociación de Rugby de Santiago. Actualmente, estamos líderes de nuestra división y con la fe intacta de pelear el ascenso. Asimismo, estamos trabajando en consolidar un segundo equipo, y general preparándonos para dar un salto de calidad y tratar de competir con los mejores.
En términos de estructurales, queremos profundizar las conexiones tanto con el Colegio cómo con las distintas redes que tiene (tales como el centro de padres, que ha sido un aporte en este tiempo, especialmente Paul de la Taille). Aspiramos a conectar a los jugadores del club con las distintas divisiones del colegio, logrando apoyar e impulsar el desarrollo de nuevos jugadores (muy similar a los colegios ingleses en donde los exalumnos ayudan y trabajan con las divisiones menores). Adicionalmente tenemos el desafío de consolidar la institución, y para esto estamos formando un directorio permanente, para asegurar el crecimiento a largo plazo del club.
¿Cuál sería tu invitación?
¡La invitación es atreverse y probar! Es un deporte muy entretenido y aguerrido, que genera una camaradería que no hay en ningún otro deporte. Asimismo, el club es mucho más que sólo jugar partidos. En el mes de agosto, nos vamos de gira a Mendoza a jugar y aprovechar la ocasión para ver a los Pumas (juegan contra Australia).
Las puertas del club están abiertas! Todo el que quiera participar póngase en contacto con nosotros a través del Instagram del club.
¡No es necesario ser un profesional, para jugar se requiere entrenamiento y dedicación!